Agua Caliente
Baños de pies, baños completos, baños completos con aditamentos fitoterapéuticos.
Indicaciones:
Enfriamientos, dolores de cólicos, musculares y como sedante.
El agua caliente o muy caliente, como remedio casero, se usa casi exclusivamente para baños de pies por considerarlos sumamente eficaces para entrar en calor y para prevenir los enfriamientos.
El agua caliente o muy caliente, como remedio casero, se usa casi exclusivamente para baños de pies por considerarlos sumamente eficaces para entrar en calor y para prevenir los enfriamientos.
Al volver a casa tiritando de frío se suele tomar un baño de pies con agua bien caliente para evitar un resfriado y lo mismo suele hacer el que se ha mojado o enfriado los pies.
La medicina popular añade a esto los baños completos calientes o muy calientes, especialmente como medida previa a una cura de sudoración.
También hay que añadir la importancia de los baños completos en el tratamiento de los dolores producidos por cólicos o de carácter análogo.
La temperatura del baño deberá ser de unos 40" C y su duración de diez a quince minutos. La razón por la cual los baños calientes no se utilizan frecuentemente como remedio casero se debe principalmente a que constituyen un serio inconveniente para personas que sufran de problemas circulatorios. Por consiguiente mi consejo es que debe consultarse con el médico si sufres de problemas cardiovasculares.
El panorama es distinto respecto a los baños con adición de productos o preparados fitoterapéuticos, de reconocidas propiedades estimulantes, refrescantes o sedantes. Entre ellos cabe incluir también los llamados baños antirreumáticos a temperaturas que oscilan entre los 35° y 37" C y que gozan de gran popularidad como remedio casero. Lo más práctico es utilizar los extractos, geles o preparados de venta en farmacias y tomar los baños siguiendo las instrucciones que se acompañan en cada caso.
He aquí algunas recomendaciones de tipo general: Reuma, gota, dolores musculares: Baños de ortiga, de equiseto o de enebro; baños de fango o de azufre.
Enfriamientos: Baños de hojas de pino, de tomillo o de eucalipto.
Regulación de la circulación: Baños de romero, de toronjil (melisa) o de lavanda.
Como sedante: Baños de valeriana, toronjil (melisa) o avena.
Congelaciones y afecciones cutáneas: Baños parciales de corteza de roble.
Agua fría
Compresas, baños de brazos y pies, envolturas, duchas.
Indicaciones:
Quemaduras, hemorragias, fiebre, agotamiento, hipotensión, insomnio y fortalecer el organismo.
¿Sólo agua fría? Se preguntan escépticas no pocas personas cuando se menciona el agua como remedio a veces mucho más eficaz que infinidad de medicamentos de alto precio. Y, sin embargo, fuerza es reconocer que el agua, fría, caliente o templada, ocupa un importante lugar dentro de la gran variedad de remedios caseros conocidos. A esto hay que añadir las curas hídricas que, si bien no deben ser consideradas como un remedio casero, ya que representan una terapia específica que se realiza bajo control médico, demuestran el gran valor del agua como recurso terapéutico. Dejando, pues a un lado este tema, sobre el que cualquier persona interesada puede informarse exhaustivamente a la vista de la literatura especializada, voy a limitarme a exponer en qué forma el agua fría puede proporcionar un rápido y eficaz alivio del dolor, contener las hemorragias y ejercer una acción favorable en el proceso curativo de muchas enfermedades reduciendo la fiebre, reanimando y fortaleciendo el organismo.
El agua fría y las quemaduras
¿Sólo agua fría? Se preguntan escépticas no pocas personas cuando se menciona el agua como remedio a veces mucho más eficaz que infinidad de medicamentos de alto precio. Y, sin embargo, fuerza es reconocer que el agua, fría, caliente o templada, ocupa un importante lugar dentro de la gran variedad de remedios caseros conocidos. A esto hay que añadir las curas hídricas que, si bien no deben ser consideradas como un remedio casero, ya que representan una terapia específica que se realiza bajo control médico, demuestran el gran valor del agua como recurso terapéutico. Dejando, pues a un lado este tema, sobre el que cualquier persona interesada puede informarse exhaustivamente a la vista de la literatura especializada, voy a limitarme a exponer en qué forma el agua fría puede proporcionar un rápido y eficaz alivio del dolor, contener las hemorragias y ejercer una acción favorable en el proceso curativo de muchas enfermedades reduciendo la fiebre, reanimando y fortaleciendo el organismo.
El agua fría y las quemaduras
Desgraciadamente las quemaduras suelen ser bastante frecuentes (con la plancha, en la cocina, al saltar el aceite, con el vapor de la olla a presión, etc.) y todos sabemos cuán dolorosas pueden ser. Pues bien, los primeros auxilios podemos confiarlos plenamente al agua fría: sumergir en agua fría la parte afectada, ponerla bajo el chorro del grifo o si se ha abierto herida, cubrirla con una gasa aséptica y aplicarle hielo. Los dolores desaparecen al cabo de unos veinte minutos y, si la aplicación del agua fría se ha hecho inmediatamente después de sufrida la quemadura, puede evitarse incluso la formación de ampollas. Es obvio que si se trata de quemaduras graves o que afectan a grandes superficies, la asistencia médica urgente es lo correcto.
El agua fría y las hemorragias
El agua fría y las hemorragias
Las pequeñas hemorragias son frecuentes durante la práctica de un deporte, jugando, estando de excursión o mientras se realiza un trabajo. Y no olvidemos que los chichones a consecuencia de algún golpe en la cabeza también son hemorragias. Tanto el dolor como la hinchazón frecuentes en tales casos pueden eliminarse y evitarse mediante la aplicación inmediata de compresas de agua fría o la aplicación directa de un chorro continuo de agua fría. A veces es suficiente aplicar un pañuelo mojado. Como los chichones son realmente heridas internas no es preciso detenerse en consideraciones de carácter aséptico y un pañuelo cualquiera, aunque esté usado puede servir. Lo importante es no perder tiempo y cambiar la compresa con frecuencia. El mismo procedimiento es válido para el tratamiento de cualquier torcedura o luxación.
Baños de agua fría de brazos y pies para fortalecer el organismo, para combatir el insomnio y problemas digestivos.
Baños de agua fría de brazos y pies para fortalecer el organismo, para combatir el insomnio y problemas digestivos.
La sensación de frescor que proporciona un baño de brazos en agua fría no solo es bien recibida en los días calurosos del verano, sino en general cuando uno se siente cansado: la cabeza se despeja y pronto se siente uno reanimado a causa de la regulación de la tensión. Un baño de brazos en agua fría es la cosa más sencilla del mundo; el grifo nunca falta. Por consiguiente, basta colocar los brazos debajo del chorro de agua fría y luego frotárselos bien con una toalla más bien áspera. A veces es suficiente con mojarse bien las muñecas, bajo el grifo o aplicando compresas. Se ha comprobado que este sencillo remedio casero puede hacer desaparecer incluso los dolores de cabeza ligeros y la taquicardia de tipo nervioso.Los efectos son aún más positivos en el caso del baño de pies en agua fría. Para llevarlo a cabo puede utilizarse un cubo o recipiente bastante grande para que el agua llegue a cubrir como mínimo la mitad de las pantorrillas. Durante el baño es preciso mover constantemente los pies. El efecto refrescante y reanimador no tarda en advertirse. Efectos análogos pueden conseguirse asimismo mediante chapoteos en agua fría, pisando sobre el rocío, sobre piedras frías o caminando sobre la nieve brevemente. El efecto es aún mejor si posteriormente se friccionan los pies con un paño áspero.Estas aplicaciones del agua fría constituyen asimismo un remedio eficaz para combatir el insomnio y para todas aquellas personas, niños o adultos que carecen de las suficientes defensas contra los enfriamientos ya que su práctica prolongada proporciona un aumento de las mismas. Ninguna de las aplicaciones del agua fría deberá prolongarse más de tres minutos. Las personas en tratamiento por afecciones cardíacas deberán consultar en todo caso a su médico y nunca proceder por propia iniciativa.
El agua fría y las hemorragias nasales
El agua fría y las hemorragias nasales
Ocurre con frecuencia, especialmente en los niños, que a consecuencia de un golpe en la nariz comienzan a sangrar profusamente. Quien lo experimente u observe por primera vez es muy probable que se asuste sobremanera. En realidad el peligro solo es aparente. Lo mejor es colocar al afectado una compresa de agua fría que le cubra la frente, las sienes y la nariz y que permanezca sin hablar y sin sonarse. La hemorragia suele desaparecer al cabo de unos minutos. En caso contrario (si no se corta al cabo de media hora) será preciso buscar asistencia médica. Si las hemorragias nasales son cosa frecuente, deberá acudirse igualmente al médico y tratar de averiguar las causas.A veces se detiene la hemorragia también presionando las paredes de la nariz entre el pulgar y el índice. Lo que no es recomendable es introducir algodón en la nariz ya que al volver a sacarlo es muy probable que se vuelva a abrir la herida sufrida por los vasos sanguíneos, con la consiguiente nueva hemorragia.
El agua fría y la fiebre
Es opinión generalizada entre los médicos, que la fiebre no debe tratarse de inmediato con fuertes antipiréticos, ya sea en comprimidos, cápsulas o supositorios para ayudar al organismo a combatir los agentes patógenos. La fiebre es una reacción defensiva natural del organismo. Pero si es superior a los 39" C es preciso hacer algo para combatirla, ya que la fiebre alta constituye una carga para la circulación. En tal sentido, la aplicación de envolturas de agua fría en las pantorrillas constituye un remedio casero eficaz.
Modo de aplicar una envoltura fría Se empapan dos paños, introduciéndolos en agua fría, y se envuelve con ellos ambas pantorrillas o desde la rodilla hasta el tobillo. Es preciso procurar que los paños no formen arrugas. Una vez efectuada esta operación, se cubren las piernas con un paño seco de lino y luego con una bufanda de lana. La envoltura deberá mantenerse durante veinte o treinta minutos como máximo, repitiéndola al cabo de media hora. Este tipo de envoltura puede repetirse varias veces hasta que la fiebre descienda, pero en ningún caso deberá mantenerse una envoltura por más de treinta minutos ya que los efectos serían contraproducentes.
La ducha fría
Modo de aplicar una envoltura fría Se empapan dos paños, introduciéndolos en agua fría, y se envuelve con ellos ambas pantorrillas o desde la rodilla hasta el tobillo. Es preciso procurar que los paños no formen arrugas. Una vez efectuada esta operación, se cubren las piernas con un paño seco de lino y luego con una bufanda de lana. La envoltura deberá mantenerse durante veinte o treinta minutos como máximo, repitiéndola al cabo de media hora. Este tipo de envoltura puede repetirse varias veces hasta que la fiebre descienda, pero en ningún caso deberá mantenerse una envoltura por más de treinta minutos ya que los efectos serían contraproducentes.
La ducha fría
No hay nada que reactive más el riego sanguíneo ni la respiración de la piel que una buena ducha fría. Además contribuye a robustecer el organismo y aumentar sus defensas. Las personas que han de permanecer sentadas durante largo tiempo, faltas de movimiento y que por lo mismo se sienten frecuentemente cansadas y «sin ganas de nada»; las que continuamente se lamentan de tener las manos y los pies fríos; las que se constipan o acatarran cada dos por tres, todas estas personas deberían tomar una ducha caliente cada mañana seguida de otra fría. Esto no significa que sea preciso permanecer varios minutos debajo de la ducha tiritando de frío. Al contrario el lema ha de ser «frío pero breve». De esta forma el organismo se acostumbra pronto a adaptarse a los cambios y se ejercita el sistema vascular. La sensación de frío desagradable solamente se siente al principio. Pronto se acostumbra uno y la ducha caliente-fría acaba convirtiéndose en parte fundamental del aseo diario y sumamente beneficiosa para la salud.
Un consejo personal: Si padeces de estreñimiento crónico, deberías tomar diariamente un baño de pies con agua fría. Es muy probable que por este sencillo procedimiento se alivien tus dolencias.